Existe en Aragón y más en concreto en la provincia de Zaragoza, un pequeño municipio de menos de 100 habitantes que ha sido foco de atención de mil y un debates de lo que viene siendo el turismo en Aragón.
A menudo comparado injustamente con la vecina Daroca, ciudad monumental de la misma comarca, Campo de Daroca, y el municipio con un mayor valor patrimonial en el entorno para la atracción del turismo cultural. Daroca, es sin duda, un lugar que bien merece varios artículos de este blog de turismo en el que estamos, pero hoy, nuestro foco se centrará en la vecina Anento.
¿Por qué? Pues sin ninguna duda porque sobran los motivos. Anento es un municipio que ha pasado de ser un gran desconocido a ser uno de los municipios más visitados en los últimos años en Aragón, y esto es fruto sin duda, aparte de los muchos atractivos que el municipio y el entorno puedan tener, del esfuerzo incansable de sus vecinos por hacer de este, uno de los Pueblos más Bonitos de España. Y así lo consiguieron: reunieron los requisitos necesarios para ser incluidos en el listado de los Pueblos más Bonitos de España y esto ha sido sinónimo de turismo constante durante prácticamente todo el año.
En algunas ocasiones hasta llegó a ser un problema, recordamos aquellos tiempos oscuros de pandemia cuando aquellos confinamientos perimetrales nos permitían viajar, pero sin salir de la provincia. Lo cual hizo que una urbe como Zaragoza, de alrededor de 700.000 habitantes buscase destinos turísticos fuera de la costa Mediterránea y fuera también de los Pirineos, haciendo que Anento, en la misma provincia y por tanto visitable, fuese uno de los lugares más visitados y en ocasiones masificado ...
Pero anécdotas aparte, iremos a lo que más nos interesa, ¿qué visitar si llegamos hasta Anento? Lo primero y más indispensable es callejear, dejarnos perder en sus calles, callejones, plazas y callejas. Porque todos y cada uno de sus rincones se convierten en un pintoresco lugar digno de ser fotografiado. Un sinfín de fachadas de colores, ataviadas con plantas y flores que hacen de estas un lugar de ensueño.
A nivel patrimonial mencionaremos los indispensables: La Iglesia de San Bias y el retablo Mayor de Anento, datado en el siglo XV, del aragonés Blasco de Grañén. El Castillo de Anento del siglo XIV del que todavía se conserva su foso, parte de la muralla y sus torreones. O los restos de un importante torreón celtíbero, todavía visibles.
A nivel paisajístico, nada que desmerecer. Y es que Anento se ubica en un llano rodeado de paredes rocosas y monte y bordeado por un pequeño riachuelo el cual viene desde una espectacular cascada de agua llamada el Aguallueve. La cual es la excusa perfecta para hacer todo un recorrido por lo que podría denominarse un gran jardín botánico natural el cual se puede disfrutar principalmente en primavera, verano y otoño, ya que todas las especies florales del entorno se encargarán de indicarnos en qué época del año nos encontramos.
Y siendo así, que tenemos patrimonio, historia y paisaje, Anento es pues una parada obligada en nuestro listado de lugares a visitar algún día, máxime cuando lo tenemos bien cerquita todos los aragoneses.
por Carlos Díaz Beamonte
San Jorge patrón de Aragón
